Campaniles

sábado, 8 de octubre de 2016

¿SÍ o NO?



73/2016
Dedicado a ese pueblo que aprendí a amar a través de sus profetas
 
(Cuando dialogan entre SÍ los intestinos)

Aquella dulce tarde tropical, huérfana de proféticos otoños patriarcales, y víspera de la cita con las urnas, no quería escribir con su viejo bolígrafo de siempre que, harto de tanta hostilidad sin redención, y de puro viejo, se le estaba amansando sobre su escritorio más allá de lo inexcusable para poder expresar lo que sentía en lo más hondo de sus intestinos.
Por primera vez, después de tanto tiempo de amagos fallidos, sentía retoñar entre la hojarasca de la memoria su agriada adolescencia.
No se dio tiempo ni oportunidad para pensar sin sentir. El dolor que le acometía a oleadas era de pronto demasiado intenso para permitirle hablar a través de semejante carcamal con el que venía escribiendo desde que comenzó su oficio de poeta cuentista. ¡NO! no estaba en condiciones de despilfarrar todo el odio amontonado, añadido hebra a hebra, año a año, para dejar ahora hacer de las suyas a un pobre bolígrafo, domesticado por lo años, y desalentado por la ternura de poemas de amores imposibles en mitad de los tiempos de la cólera.
“No nos engañemos: la vejez es mansa y pastueña; pero el dolor en propia carne está obligado a la venganza. Y a mí me duele todavía…”escuchó rebelarse con un odio infinito a aquella soledad en silla de ruedas a que lo había condenado muchos años atrás una indiscriminada bomba guerrillera.

Se sentó a la mesa de trabajo, guardó sin contemplaciones el viejo bolígrafo de escribir versos en el cajón del resentimiento, ignorando la infinita tristeza de aquel fiel trebejo enamorado de palabras sin sentido como la palabra PAZ, sin Octavios, precursores de Santos “noBelados”.
Tomó un papel en blanco, deshilachado de añejos rencores en sus esquinas, tentó la ácida memoria de sus muñones, rebuscó en sus entrañas, con encono, cada uno de los minutos digeridos a duras penas desde el día de la catástrofe.
Imagen y enlace de Internet
 No estaba hecha la Ley para someterse a su creador, el hombre, sino que era éste quien debía inclinar sumiso su cabeza ante su propia criatura, la ciega señora de espada y balanza que él mismo había creado.

No. Definitivamente, ¡NO! No iba a permitir que las mariposas amarillas se desmandaran otra vez a la voz de mando de un “SÍ” sin condiciones.




Eructó sobre el papel

Imagen y enlace de Internet

Y su “NO” VISCERAL quedó escrito como un detonante recién activado entre las ciénagas para sorprender a traición a futuras generaciones.

 Pero las mariposas amarillas ya habían alzado el vuelo.

En “CasaChina”. En un 8 de octubre de 2016.
http://www.martinoticias.com/a/colombia-farc-acuerdo-paz/124635.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario