(Kinesioconsciencia)
Por seguir
hablando de...MEDIACIÓN. Aquí dejo una minimez de mis apuntes "PROGRAMADOS
PARA...", dedicado a la "aceptación" como toma de posición
consciente frente a los bloqueos emocionales propios, y frente a la tentación
de querer saber sobre las vidas y las conductas ajenas más que los propios
protagonistas.
Ellos, los que nos rodean, los que nos educan, los que nos
exigen, los que nos critican, los que nos comparan, los que nos aconsejan…en
definitiva: los que “esperan” de
nosotros algo diferente, lo hacen con su mejor intención. ¿O acaso hay una “mejor
intención” que la de pensar que lo que nos enseñaron a nosotros, “lo nuestro” es lo mejor, y los demás
debieran aprender de nosotros?
Sucede, sin embargo, que “lo nuestro” vale para nosotros, pero no para quienes no han tenido
nuestras propias vivencias.
En las preguntas que se
hacen en el video que encabeza estas reflexiones encontré un nuevo motivo para poder “Aceptar…/me…
y aceptar…los:
- ¿Quién ha estado dentro de tu mente toda tu vida?
- ¿Quién sabe lo que tú estás pensando, lo que tú estás sintiendo?
- Por lo tanto ¿quién puede procesarlo?
- ¿Quién puede transformarlo?
- ¿Quién puede sanarlo?
¡Yo misma!
Así es: sólo yo misma/o sé cuáles fueron mis
vivencias, dónde estoy en este momento y hacia dónde quiero ir.
Es posible que quien está frente a nuestra mirada detractora
no sepa de momento hacia dónde quiere ir. Incluso es muy probable que nosotros estemos
convencidos de cuál es el mejor camino a recorrer, sin saber a dónde quiere ese
“quién” tan cargado de ajenidades. Pero seguro que si ese “quién” con mochila
propia encuentra las preguntas adecuadas, -esas que no se detienen en el “conteste
sí o no”, sino que trascienden lo simple para distinguir entre lo complejo-
sabrá encontrar la ruta aunque tenga que desandar caminos truncados y zigzaguear
por vericuetos confusos a primera vista.
Lo que me confirma que la Mediación es el camino
ideal como técnica que CAPTA y ME ACEPTA desde mi propia experiencia, y me
enseña la ACEPTACIÓN como base de la transformación de realidades en las que no
quiero permanecer, a riesgo de caer en esa terrible experiencia de son los bloqueos.
Pero no confundamos la ACEPTACIÓN consecuente con
la RESIGNACIÓN destructiva, porque entre ambas orillas del mismo río que es el
conflicto transcurre la corriente de la CONSCIENCIA, que hace de la ACEPTACIÓN
un proceso (que no procedimiento) personalísimo, de descubrimiento progresivo, a
través de los interrogantes que nos plantean y nos planteamos.
Por cierto, una pregunta: ¿Quién mejor que tú para
saber dónde te duele y qué postura adoptar para que el dolor ceda?
En “CasaChina”.
En un 11 de Diciembre de 2015
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