Campaniles

domingo, 4 de enero de 2015

EMOCIONES BOOMERANG



02/2015
(Del Libro Vivir es vibrar)


“¿…no es la felicidad el fin de todos los fines?”.
Matthieu Ricard. [EN DEFENSA DE LA FELICIDAD]

La vida, ese bien por excelencia, ese tránsito único e irrepetible, tiene un único fin: la felicidad.

No es cierto lo que nos dijeron de que habíamos venido al mundo a sufrir. Estamos pensados, creados y traídos al mundo con un único objeto: ser felices.

 Lo que sucede es que la felicidad, necesita de una ASTUCIA EMOCIONAL que haga de la travesía una consecutiva serie de experiencias de vibrante felicidad consciente.



Ésta es mi propuesta: Vivir es vibrar. 

Hay que saber que toda vibración regresa a su fuente generadora como un eco duplicado. Por eso, dependiendo de la vibración que generemos y emitamos, vamos a recibir, como un boomerang, el eco de lo que nosotros mismos elaboramos y lanzamos al ambiente.

        A poco que pongamos una mínima atención a lo que sucede en nuestro entorno, descubriremos que todo en la vida que conocemos es pura vibración. 

        De la vibración pueden afirmarse dos cosas: que es MENSURABLE (se puede medir), y que es TRANSMISIBLE (contamina su entorno).

        El parámetro o medida de la vibración es una determinada longitud de onda/ciclos por segundo. La forma más sencilla de entenderlo es el electroencefalograma, que no es otra cosa que la medida de la actividad cerebral en ciclos eléctricos por segundo traducidos a una expresión gráfica.

        EL PENSAMIENTO, umbral de las emociones, es una forma de vibración mensurable y transmisible.

        LA MEDIDA de las ondas cerebrales va a ser muy diferente, dependiendo de que nuestros pensamientos abriguen emociones positivas (amor, compasión, simpatía, comprensión…) o negativas (odio, descalificación, desprecio, asco…).

        EL CONTAGIO de nuestras vibraciones positivas o negativas es irremediable, porque toda energía se traduce en una determinada longitud de onda que se transmite a su entorno como cualquier tipo de energía.
        Ello nos lleva a una conclusión: CUALQUIER EMOCIÓN QUE ABRIGUEMOS CONSCIENTEMENTE EN NUESTRO INTERIOR, ES “CAPTADA” DESDE FUERA POR EL  RADAR EMOCIONAL DE LOS QUE NOS RODEAN, Y LA RECIBIREMOS COMO REBOTE DE LA CONTAMINACIÓN/CONTAGIO DEL OBJETO DE NUESTRA EMOCIÓN.

        Dicho de otra manera: no es necesario abrir la boca y decir te amo o te odio, para que la persona objeto de nuestro amor o nuestro odio lo perciba desde su sistema de “radar emocional”, y nos devuelva, duplicado, idéntico sentimiento/vibración. 

        ¿Queremos ser felices?

¡Perfecto!

Engendremos en nuestro pensamiento CONSCIENTE, y minuto a minuto, reflexiones positivas como quien limpia lentejas: apartando a un lado, con tanto tiento como tenacidad, esas piedrecillas que hacen chirriar los dientes.
El resultado será la emisión de ondas positivas hacia el espacio que nos rodea y que nos devolverá de rebote la duplicidad de nuestras propias emisiones.

En "CasaChina". En un 4 de Enero de 2015

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